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Me llamo Susana y me gusta rodearme de personas que cuidan de su salud. En el año 2011 decidí aprender más sobre salud sexual, ya que nadie me había enseñado, y como ya soy Pedagoga Terapeuta, completé mi formación con un Posgrado de Salud Sexual, que hice a través del IESP (Instituto de Estudios de la Sexualidad y la Pareja de Barcelona), y empecé a enriquecerme asistiendo a talleres y conferencias. Completé mi desarrollo personal con formación en PNL, inteligencia emocional, mindfulness, meditación, retiros espirituales y yoga. Un dia decidí escribir y compartir aquello que voy aprendiendo y analizando, fruto de los talleres que realizo y de la información / feedback que recibo. Imparto cursos sobre sexualidad y afectividad en Barcelona y alrededores dirigidos a cualquier colectivo: hombres, mujeres, monitores ocupacionales, auxiliares de geriatria, etc. Llamo a este blog "Sexualidad al punto", porque cada persona tiene su forma individual de sentirla, desarrollarla y vivirla.

lunes, 27 de julio de 2020

Porno, ¿A favor o en contra?


Tenía ganas de escribir sobre la Pornografía.
Mucho se opina sobre ella: desde el contenido artístico/no artístico de películas, imágenes y revistas, pasando por la gran oferta que existe en Internet: páginas de consumo, compra, etc., hasta de la curiosidad de cómo es la vida de un actor o actriz porno.
Pero sobre todo, lo que nos preocupa e inquieta del porno, es si es favorable o no favorable el consumo de la pornografía en nuestra sociedad. Y de ahí surgen diferentes preguntas….
¿Cual es su auténtica finalidad?

¿A qué público va dirigido?

Vamos por partes… (sin tener en cuenta la pornografía infantil, que es totalmente abusiva, denunciable e intolerable. Bueno, ojalá no existiera ni el concepto, por lo que tampoco el hecho).

La pornografía creada para adultos en sus diferentes modalidades tiene 3 finalidades: lúdica, erótica y artística. La mayoría estaríamos de acuerdo… pero, ¿Es educativa? Vamos a ver...

La definición de pornografía es:
1. Descripción o representación de escenas de actividad sexual
2. Obra literaria, artística, cinematográfica, etc., que describe, presenta o muestra actos sexuales de forma explícita con la finalidad de excitar sexualmente.

Pero, ¿Son estas escenas reales? Mayoritariamente no.
Cuando se crearon las primeras fotografías y películas pornográficas, eran más reales que las actuales. La pornografía ha ido evolucionando en nuestra sociedad, de forma que ha ido introduciendo la fantasía sexual de su principal consumidor, el hombre; hasta convertirse en una creación prácticamente imaginaria y fantasiosa, donde las vivencias, cualidades y atributos de sus personajes son más cercanos a la ciencia ficción que a las posibilidades reales. Sí, ¡¡Verlo así!! En el porno hay superhéroes y heroínas!!! Seguro que muchos aun soñamos con ser Superman, pero no nos tiraríamos con capa al vuelo libre...

El exceso de coitocentrismo que contienen las imágenes pornográficas, ha dominado y aniquilado la creatividad durante sus 3 últimas décadas.
La pornografía, por tanto, no es educativa. Si fuera educativa sería recomendable para un público adolescente o juvenil, y no lo es. El adulto consciente que sabe que un público joven está consumiendo pornografía, debe ayudar a desconfigurar qué hay de valor positivo en su contenido (disfrutar de la autoexcitación y autoerotismo, solo eso).

La pornografía, por tanto, tiene una única finalidad positiva en nuestro placer y en nuestra erótica, ya que es una vía (solo una más) que puede utilizarse para ayudarnos a excitarnos sexualmente. Estimula de forma visual, y por eso, incluye explícitamente un alto contenido de visualización de la actividad sexual. La vista es el órgano que principalmente utiliza el hombre para activar su lívido sexual. Por eso, durante estas últimas décadas, su contenido también se ha ido acercando más a la fantasía masculina que a la femenina, hasta convertirlo en un tópico.

Del tópico es de donde nace su perversión y desnaturalización de la sexualidad humana. No existe peor patrón sexual para decrecer sexualmente que los contenidos de una peli porno de entre los 90 hasta hoy.
Sí, lo reconozco, he sido bastante dura… Seguro que muchos diréis que hay excepciones…. Lo sé.
La verdad es que me alegro mucho que el mercado empiece a generar escenas más naturales, más eróticas y menos coitocentristas. Si bien, el acercamiento a esta realidad menos heroica, viene dada por el reclamo del nuevo aumento de público femenino.

En definitiva… La pornografía no hace daño a nadie, siempre y cuando se tenga conciencia que su contenido es ciencia ficción y que, las realidades, posibilidades y deseos de la mayoría de personas son menos agresivas que las que relatan las versiones más coitocentristas.

Para la educación sexual y para el desarrollo de nuestra sexualidad, la pornografía no es un fin. En cualquier caso, puede usarse como medio de debate para criticar lo que no es ni posible ni real. Si bien, la educación sexual deberá focalizarse más en el desarrollo de nuestros sentidos como vía de exploración del placer; en la importancia del diálogo, el respeto y la comunicación que establecemos con las personas con quienes mantenemos relaciones sexuales; y en el desarrollo de nuestra autoestima y la capacidad de poner límites a las personas con las que intimamos.

Por último decir, ver porno no es un problema, ni algo que deba ser secreto ni motivo de vergüenza. El problema es creer que lo que te enseña el porno es lo que debemos hacer en nuestra vida sexual. De su intento y proyección, fracasaremos la mayoría de las veces.