"Ya hace mucho tiempo que la regla me ha dejado. No se quien tenia más
ganas de acabar esta relación, si ella o si yo. No le he preguntado a mi marido si él lo deseaba tanto como yo. Nunca ha interferido entre nosotros. Aquellos que no follan cuando tienen la regla se pierden dos cosas: hacer el amor o follar cuando apetece y ensuciar aquello que siempre pretendemos mantener limpio. Ahora, si tienes dolor, entiendo que no quieras penetración, pero follar y hacer el amor es mucho más que pene dentro-fuera. Hacer el amor es estimular todos los sentidos desde fuera hacia dentro y a la inversa.
El tiempo pasa, pero el sexo nace y muere con nosotros. ¿Quién no desea un abrazo? ¿O unos besos afectivos o pasionales? ¿A quién no le viene de buenas el placer? Yo, ahora a mi edad, moriría de placer. De hecho nunca me ha importado morir mientras disfruto. Como el navegante que no le importa morir en el mar, o el alpinista que muere en la montaña. Ahora, con más de 70 años,
sé que estoy más cerca de la muerte, pues aún menos me importaría morir sobre mi sofá haciendo el amor con quien quiero y como quiero. ¡Qué rico morir amando!“ (Una usuaria de un geriátrico)
Las
personas mayores han vivido una sexualidad vinculada a una cultura educativa diferente a la nuestra. Con unos principios, mitos y falsas creencias que los ha llevado a construir una sexualidad mayoritáriamente negada y reprimida, donde no se daba importancia a la calidad afectiva y sexual.
En
contra de lo que se piensa, la sexualidad no acaba cuando te jubilas (o te haces mayor), es
justamente un momento de libertad absoluta para disfrutar de aquello que
antes ha supuesto un impedimento: la etapa de juventud y los riesgos de embarazos y ETS., la falta de espacios íntimos, la crianza de los hijos, la vida laboral, el estrés o los cambios de los ritmos de la vida.
Cuando eres mayor, todos esos impedimentos quedan fuera. Entonces...¿Por qué no
aprovechar para conocer profundamente nuestro cuerpo y descubrir toda nuestra sexualidad?
¿Por los síntomas de la Menopausia? Estos mejoran con el deporte, simplemente caminar a diario, tener una dieta adecuada rica en fibras, vitaminas y energía (frutas y verduras, frutos secos, cereales, fibras vegetales, infusiones, etc). Tambén existen remedios naturales y vitamínicos (vitamina B6, B12...). El sexo de gusto genera endorfinas, que ayudan a minimizar el dolor y los síntomas menopáusicos.
¿Te sientes poco atractivo/a? No te creas los anuncios ni las pelis
comerciales. El sexo es para quien lo quiere disfrutar, no es exclusivo para los jóvenes y guapos. Déjate seducir por aquella parte de tu cuerpo y tu persona que tanto te agrada. ¡El poder de la atracción no es solo físico! ¡Los ciegos saben muy bien de qué hablo! ¿Estás tú más ciego que el que no ve?
¿Tienes dificultades en la erección? ¿Te hace daño la vagina al ser penetrada? Entonces explora las otras partes del cuerpo. Utiliza las manos, la boca,
las plumas, los juguetes sexuales... ¡La penetración es un clásico,
me atrevo a decir que aburrido! ¡Prueba otras opciones! El clítoris es la fuente de placer fisiológico más importante de la mujer. Cuando ésto quede claro, para el hombre también lo será, porque los hombres quieren ver a una mujer disfrutar de verdad. Aprende a tocar tus senos, tus piernas, cuello, orejas, espalda, ... hay infinidad de lugares excitantes para los dos.
¿Has
perdido a tu pareja? ¿Quién te ha dicho que el sexo es bipersonal? ¡Disfruta de ti misma! ¡Si buscas compartir tu vida sexual, apúntate a la
vida social! Las redes sociales son infinitas... Cursos para mejorar
habilidades, artes y hobbies hay por todas partes... ¡Apúntate a un curso de lo que siempre quisiste hacer y no pudiste! Quién sabe... igual encuentras un pintor solitario de “trazo fino".
¿Tienes dificultades de autonomía? ¿Comienzas a depender de otros? Apóyate en los que te quieren pero no olvides de decirles que sus cuidados hacia ti comienzan por respetar tu intimidad. Déjales que te ayuden también en tu salud sexual. Hazles ver que aunque necesites algun soporte, hay momentos íntimos en los que aún te desenvuelves bien solita o solito.
Las alumnas del curso que he impartido recientemente de sexualidad para personas adultas dependientes, eran en la mayoría auxiliares de geriatría y domicilios. Ellas han aprendido mucho sobre el tema que nos toca hoy: la salud sexual de las personas mayores. Algunas
alumnas han querido añadir estas experiencias y comentarios:
- Escuchamos usuarias que hablan orgullosas de su vida sexual, otras no quieren ni sentirlo. Se escandalizan mucho.
- Se creen cosas que son verdaderos mitos: como que no puedes ducharte cuando tienes la regla, piensan que el himen es una tela que se rompe y siempre sale sangre, que la función del sexo es únicamente para tener hijos, etc.
- Hay usuarios que el hecho de ir a la ducha les hace pensar que harán el amor con su pareja. A veces este momento les anima, y otras les deprime, según su experiencia sexual.
- Hay residentes que explican las excusas que sus parejas exponen para no hacer el amor.
- La sexualidad de las personas mayores es escasa por falta de conocimiento sobre sus cuerpos, las creencias del pasado y presente. También por la falta de ternura y complicidad.
- Nos encontramos usuarios/as que han perdido el respeto hacia los otros, y toquetean.
La
sexualidad es una de las asignaturas más pendientes en nuestra
sociedad. Para evitar la falta de habilidades comunicativas y afectivas entre las parejas y entre padres e hijos/as; las falsas creencias que condicionan o
limitan la capacidad de explorar y descubrir; la
simplificación de la sexualidad a la genitalidad, el olvido de
la afectividad y el erotismo en nuestras relaciones sexuales, etc., hace falta educación e información.
Hace falta consciencia de nuestras carencias y ganas de saber.